22 de junio de 2015

Propiedades y aplicaciones dermatológicas del Aceite de Rosa Mosqueta

El aceite de Rosa Mosqueta goza de amplio reconocimiento en el mundo de la cosmética por las propiedades beneficiosas que ejerce sobre la piel. Se trata de un aceite de características peculiares obtenido por expresión de las semillas de los frutos de la Rosa Mosqueta (Rosa Rubiginosa), planta silvestre de origen oriental que ha desarrollado en vastas regiones americanas, especialmente en los Andes Patagónicos.

El color del aceite varía desde el amarillo anaranjado hasta rojizo, con un agradable y delicado aroma característico de las semillas de donde se obtiene.

La composición química de este aceite vegetal puro, extraído por prensado, se caracteriza por una elevada concentración de ácidos grasos insaturados (70-90%) y saturados (entre 4-7%); destacando entre los primeros los ácidos linoleico, linolénico, palmítico y palitoleico, los cuales juegan un papel importante como agentes revitalizadores de la piel y en la síntesis de colágeno, participando además en la regulación del crecimiento celular y en la regeneración de tejidos.

También se ha confirmado analíticamente la presencia de tocoferoles, carotenos y vitaminas; especialmente la vitamina C; siendo el ACIDO TRANSRETINOICO (Tretinoína natural o vitamina A activa) el componente más notable desde el punto de vista dermatológico, por su capacidad regeneradora de la piel y por el incremento del flujo sanguíneo asociado a una mayor microvascularización de los tejidos.

El aceite de Rosa Mosqueta actúa a diferentes niveles de la piel: brindando flexibilidad a la superficie cutánea; mejorando notablemente la hidratación superficial ya que actúa sobre el factor natural de humectación, reforzando la barrera protectora de las ceramidas en el interior de la epidermis, reduciendo la pérdida de agua en la piel y por su elevada capacidad de penetración, favorece la hidratación profunda de las zonas de la piel donde se producen las arrugas, es decir, mejora sensiblemente la hidratación general de la piel.

Además, el aceite de Rosa Mosqueta ejerce una notable acción revigorizante sobre los fibroblastos, células dérmicas que producen colágeno, elastina, ácido hialurónico y que son responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.

De lo anteriormente expuesto, se deduce que su aplicación resulta de utilidad no solamente en el ámbito de la Cosmetología, sino también en el tratamiento de diferentes afecciones dermatológicas:
  • Reducción o atenuación de arrugas y líneas de expresión.
  • Tratamiento y prevención de las estrías en los pechos y abdomen, que suelen aparecer durante el último trimestre de gestación.
  • Foto envejecimiento (manchas oscuras o de pigmentación de la piel por exposición solar). La aplicación del aceite de Rosa Mosqueta atenúa sensiblemente dichas manchas, pudiendo llegar a desaparecer totalmente en muchos casos al cabo de un tiempo de tratamiento.
  • Tratamiento de piel seca y eczemas: en casos de deshidratación cutánea y aparición de eczemas debido a cambios repentinos en las condiciones ambientales de humedad y temperatura, especialmente en climas fríos y secos. Su aplicación periódica resulta altamente beneficiosa en casos de eczema atípico, dermatitis irritativa, eczema seborreico, eczema varicoso y el eczema discoideo. En todos estos casos, actúa reduciendo o eliminando la descamación de la piel y la ligera hinchazón que acompaña a las zonas afectadas. También alivia la picazón.
  • Tratamiento de las escaras producidas por la psoriasis: el aceite de Rosa Mosqueta contribuye a la normalización de la piel en las zonas afectadas.
  • Tratamiento de marcas de quemaduras y cicatrices producidas por el acné: la aplicación del aceite acelera la recuperación del aspecto normal de la piel.
  • Tratamiento de cicatrices quirúrgicas y queloides: la aplicación sistemática del aceite devuelve la elasticidad y el color natural de la piel, al tiempo que disminuye el engrosamiento de la epidermis lográndose una notable reducción en la formación de cicatrices post quirúrgicas antiestéticas. Es por ello que goza del reconocimiento de cirujanos plásticos en todo el mundo.
  • Activación de la autogeneración de melanina en pacientes con cáncer cutáneo por exposición a las radiaciones solares (acción preventiva y correctiva).
  • Redistribución de la pigmentación dérmica, con la consiguiente desaparición de las manchas de la piel como melasmas, cloasmas y lentigos.

Los efectos más notables del aceite de Rosa Mosqueta, tales como la regeneración cutánea y la activación de la circulación sanguínea asociados a una nutrición óptima, permiten el restablecimiento del espesor normal de la piel recuperando su tersura natural, lubricación e hidratación óptimas.
Las propiedades citadas del aceite de Rosa Mosqueta son aprovechadas por la cosmética moderna en la preparación de:
  • Cremas nutritivas 
  • Cremas de limpieza 
  • Cremas corporales y de manos 
  • Cremas humectantes 
  • Cremas para párpados 
  • Pantallas solares 
  • Protectores labiales 
  • Jabones y Shampoo
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